Mesón Molinero de Traspinedo: origen del auténtico pincho de lechazo
Un restaurante con historia y tradición
El Mesón Molinero de Traspinedo no es solo un restaurante: es la cuna del pincho de lechazo churro asado a la brasa de sarmiento, un emblema de la gastronomía de Castilla y León. Fundado en 1970 por Guillermo Puertas García, este establecimiento familiar ha sido pionero en transformar una tradición pastoril en una experiencia culinaria que atrae a visitantes de toda España.

Cómo nació el pincho de lechazo en Traspinedo
Un legado que comenzó en un corral
La historia del Mesón Molinero se remonta a los años 70, cuando Guillermo Puertas, tras trabajar en Alemania, regresó a su pueblo natal, Traspinedo, con la idea de emprender un negocio propio. Inspirado por la costumbre de los pastores locales de asar lechazo en palos de sarmiento en el campo, Guillermo decidió ofrecer este manjar en un entorno más accesible. Comenzó asando los pinchos en un corral frente a su bar, y la aceptación fue tal que pronto amplió el local hasta convertirlo en un restaurante con capacidad para 200 comensales, distribuidos en tres comedores.

El secreto del sabor: brasas de sarmiento y cordero churro
Tradición y sabor en cada pincho
El plato estrella del Mesón Molinero es, sin duda, el pincho de lechazo churro. Preparado con carne de cordero lechal de raza churra, se ensarta en largas varas y se asa lentamente sobre brasas de sarmiento, lo que le confiere un sabor único y una textura jugosa. Este método de cocción, heredado de los pastores, ha sido perfeccionado por la familia Puertas a lo largo de los años.
Además del pincho, el mesón ofrece entrantes tradicionales como chorizo frito, jamón ibérico y queso curado. La ensalada de la casa, aliñada con vinagre artesanal elaborado en el propio restaurante, es el acompañamiento perfecto. Y para culminar la experiencia, la tarta de piñones, típica de la Tierra de Pinares, es un postre imprescindible.

La familia Puertas: un legado gastronómico vivo
Una gestión familiar con visión de futuro
Tras el fallecimiento de Guillermo en 2013, sus hijas Ana y Elena asumieron la dirección del mesón. Ambas dejaron sus carreras profesionales para continuar con el legado familiar, manteniendo la calidad y el trato cercano que siempre han caracterizado al establecimiento. Con la ayuda de su tía María Eugenia en la cocina y su sobrino David en la parrilla, el Mesón Molinero sigue siendo un referente en la gastronomía vallisoletana.

Premios, ferias y reconocimiento popular
Reconocimientos y participación en eventos locales
El Mesón Molinero no solo ha mantenido su reputación a lo largo de los años, sino que también ha sido reconocido por su excelencia. En la feria ‘El Sabor de la Tierra 2024’, su tapa ‘KRISPY DONUT’ fue galardonada con el primer premio por votación popular, destacando entre más de 600 participantes.
Además, el mesón forma parte de la Asociación de Asadores del Pincho de Lechazo a la Brasa de Traspinedo, una iniciativa que busca promover y garantizar la calidad de este plato típico, consolidando a Traspinedo como un destino gastronómico de primer nivel.


Visitar el Mesón Molinero: ubicación, ambiente y experiencia
Una experiencia gastronómica en el corazón de Castilla
Ubicado en la calle Mayor número 2 de Traspinedo, el Mesón Molinero es una parada obligatoria para los amantes de la cocina tradicional castellana. Su ambiente acogedor, la calidad de sus platos y el trato familiar hacen que cada visita sea una experiencia inolvidable. Ya sea para una comida en familia, una celebración especial o simplemente para degustar el auténtico pincho de lechazo, este mesón ofrece una combinación perfecta de tradición, sabor y hospitalidad.
Si buscas sumergirte en la esencia de la gastronomía castellana, el Mesón Molinero de Traspinedo te espera con las brasas encendidas y el sabor de siempre.

