Visitar Valladolid en 2 días será tiempo suficiente para descubrir su patrimonio cultural y quedar gratamente sorprendidos
Para visitar Valladolid en sólo dos días lo primero es decidir como llegar a esta ciudad en cualquiera de los medios de transporte que podemos elegir, AVE, autobús, Avión o coche particular y comenzar la ruta provistos de un cómodo calzado.
Iniciamos por el Palacio de Santa Cruz, con tres estilos arquitectónicos desde el gótico hasta el neoclásico pasando por renacentista. Muy cerca de allí se encuentra la Casa-Museo de Cristóbal Colón, en el que nos enseñan su vida, viajes y rutas realizadas.
De aquí seguimos a la Plaza de la Universidad en cuya plaza se encuentra la figura de Miguel de Cervantes, su Universidad que imparte la rama del Derecho es de estilo barroco, y su fachada es digna de admirar.
De allí pasamos a la Catedral, data del siglo XVII, destacando su Retablo Mayor de Juan de Juni, podemos realizar una visita al ascensor de la Catedral instalado después de su última reforma.
La siguiente visita sería a la Iglesia de la Antigua, con su torre y pórtico del siglo XIII, y su estructura del siglo XIV gótica.
A escasos metros nos encontramos con el Teatro Calderón, sede de la Semana Internacional de Cine de Valladolid, y justo enfrente la Iglesia de las Angustias, gran referente en la Semana Santa Vallisoletana, con la imagen de la Virgen de las Angustias, obra cumbre de Juan de Juni.
Continuaremos la calle Angustias hasta la Plaza de San Pablo, dónde la Iglesia que da su nombre es una de las edificaciones más bellas de toda España.
Al otro lado de la plaza se sitúa el Palacio Real dónde residió Felipe III, mientras el reino estaba en Valladolid, naciendo aquí Felipe IV.
A la derecha se encuentra El Palacio de Pimentel, donde nació Felipe II, destacando su ventana plateresca que hace esquina dónde se dice sacaron al infante para conocerle.
A poca distancia se encuentra la Casa-Museo de Zorrilla, en ella nació el poeta y recrea en su interior su vida en el mobiliario y en las estancias.
Seguido está el Palacio de Villena, de excelente arquitectura palaciega en la actualidad se encuentra el Museo de San Gregorio de Escultura policromada, en el que podemos ver muchos de los pasos que sacan las cofradías en la Semana Santa.
Desde allí podemos visitar la Plaza del Viejo Coso, la cual te traslada a otra época en el tiempo, a continuación la Biblioteca Pública San Quirce y ya en dirección hacia la Plaza Mayor pasamos por el Convento de San Agustín que actualmente alberga el Archivo Municipal.
Desde allí nos encontramos con la Iglesia de San Benito y el Museo de Arte Contemporáneo, ambos lugares de obligada parada.
A continuación pasaríamos el Edificio de Correos, la Iglesia de Jesús Nazareno hasta llegar a la Plaza Mayor, punto de encuentro de turistas disfrutando de sus terrazas.
Podemos continuar por la Calle Santiago, principal zona de comercio de la ciudad, allí se encuentra la Iglesia de Santiago, y más adelante el Edificio de las Francesas, el cual alberga la Iglesia y un claustro digno de visitar. Se encuentran unas pequeñas galerías comerciales.
Al finalizar esta calle nos encontramos con la Plaza Zorrilla, con su imponente fuente nos recibe la Academia de Caballería, o el Campo Grande, de especial interés, es el pulmón de la ciudad, allí encontrarás un estanque, pajareras, pavos reales, ardillas, zona de juegos infantiles y amplias zonas de paseo.»
Pasando todo el Campo Grande nos encontramos en la Plaza Colón, con el Convento de los Filipinos muy cerca de allí.
De esta forma hemos podido visitar Valladolid en 2 días de una forma rápida, cómoda y sin perdernos detalle.
El comer no es problema en esta ciudad, ya que desde el principio de la ruta nos vamos encontrando gran cantidad de tascas, restaurantes, etc. en los que poder saborear excelentes pinchos. Podemos destacar la zona de la Plaza Mayor o Zona de vinos, por la calle correo, Calixto Fernández de la Torre, etc
Si preferimos que en un mismo local disfrutar de distintos tipos de comida y sus nacionalidades, podemos llegar hasta la estación Gourmet.
Visitar Valladolid en dos días y marcharse sin probar su plato principal, el lechazo asado, regado por uno de los vinos con denominación de origen de la zona, es de obligado cumplimiento.