Convento de Santa Catalina

Convento de Santa Catalina de Valladolid, surge de la idea de acoger a las novicias de familias nobles que existían en la ciudad

El Convento de Santa Catalina, acogió como primera priora a Elvira Benavides, hija de María Manrique, familia noble de la ciudad.

Se concedió la autorización para construir la iglesia, refectorio, claustro, dormitorios, otras dependencias y huerta.

El Convento de Santa Catalina, ubicado muy cerca del río, junto sus muros fue creciendo el barrio judío de la ciudad.

La iglesia actual data del siglo XVII, representados en estatuas nos encontramos a sus fundadores Antonio Cabeza de Vaca y su esposa.

De una sola nave con bóveda de cañón, está formada por tres tramos y la capilla. Consta además de coro alto y coro bajo.

El retablo que encontramos en el interior de la iglesia es de estilo clasicista.

Por un arco triunfal accedemos a la capilla mayor de forma cuadrada, consta de una cúpula con ocho lunetos con ventanas, en el exterior encontramos un cimborrio de planta octogonal.

Existen dos sepulcros, uno el de Juan de Juni y el otro del Licenciado J. Acacio Soriano, enterrados a los pies de un Cristo crucificado.

Igual de amplia que es la iglesia encontramos el coro, con una bóveda gótica y sillería de nogal, conserva su estilo clasicista.

El claustro de estilo gótico consta de dos plantas, con columnas octogonales, aunque en él ya se empieza a apreciar un estilo plateresco.

Destaca considerablemente las bóvedas renacentistas y el zócalo del refectorio de azulejería de Talavera.

Las obras que encontramos tienen especial valor, ya que son de artistas de gran renombre como Juan de Juni con su obra el Cristo crucificado, de Gregorio Fernández con el Cristo Yacente y varios cuadros del artista Diego Valentín Díaz.

Debido a una plaga de termitas, desde hace unos años las religiosas se trasladaron al Monasterio del Corpus Christie y al de Porta Coeli, y las obras se llevaron a exponer a la iglesia de San Pablo.